Fotos...
Esta foto me gustó mucho pues logré captar las líneas curvas del piso y el pasto,
creando la sensación de un camino que recorrer.
Este sujeto casi me aplasta pues llegó muy cerca de mi y no me veía,
pero me arriesgue a acercarme más, total si se estampaba conmigo después
de tomar la foto no había mucho lío.
Camino a mi casa recordé el look tan singular del chavo que vende escobas a dos cuadras de mi casa, tenía días queriendo fotografiarlo pero no lo había encontrado. Ese día justo cuando sí llevaba mi cámara conmigo, estaba ahí sentado bajo un árbol dibujando un corazón.
Llegué, platiqué un rato con él y después le tomé varias fotos, pero ninguna me gustaba hasta que me coloqué detrás de él, dejando ver el dibujo, cuando vi la foto en mi cámara me di cuenta que el dibujo tenía unas tijeras clavadas y eso le daba más contexto.
Definitivamente me gusta fotografiar a niños por que brindan una sonrisa sincera, lejos de poses y lo ultimo que les importa es cómo se van a ver. Estos dos amiguitos estaban
jugando uno con el otro a hacerse gestos. Cuando me acerqué a tomarles la foto
ni me pelaron, siguieron siendo ellos mismos. Tardé un poco para encontrar el encuadre que me permitiera el efecto de la banca, que entra por una esquina y le da salida por la otra, pero lo conseguí.
Fui a un parque muy curioso donde todo mundo se va a divertir y quien más se divirtió fui yo, estaba tomando fotos a los niños jugando con el agua, un poco incómoda por que me preocupaba que mi cámara se mojara y mis zapatos estaban empapados al igual que mis pies... hasta que me quité los zapatos y empecé a tomar las fotos descalza, cuando en verdad me divertí las fotos salían mágicas.
Ya casi me iba cuando vi pasar a una mujer tratando de inmortalizar un instante, estaba en la posición perfecta, justo donde había enfocado lo mejor fue que ella estaba tomando una foto del bello paisaje que yo también veía, compartíamos ese algo que buscábamos detener en el tiempo.
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